La piscina, nuevo emblema del confort que revaloriza la vivienda

La piscina se ha consolidado como uno de los elementos más valorados en el mercado residencial español. Lo que antes era un signo de lujo, hoy se percibe como una prestación casi imprescindible, especialmente tras la pandemia y en un contexto de veranos cada vez más extremos. Según Tinsa, disponer de piscina puede incrementar el valor de una vivienda hasta un 18% en el caso de propiedades unifamiliares, y un 15% en promociones plurifamiliares con piscina comunitaria.
Esta demanda contrasta con una oferta todavía limitada: solo el 24% de las viviendas en venta en España cuentan con este equipamiento. En regiones como Barcelona, Bilbao o Santa Cruz de Tenerife, el impacto en precio supera el 60%, y en zonas costeras como Baleares o la Costa del Sol, la presencia de piscina se ha convertido en un requisito clave tanto en compra como en alquiler, donde puede elevar la renta mensual hasta un 30%.
El mercado premium lidera esta tendencia, con urbanizaciones de alto nivel en Madrid, Málaga o Ibiza donde la piscina es esencial para captar compradores e inversores. Aunque el mantenimiento supone un coste añadido, su valor diferencial acelera los plazos de venta y reduce la rotación en alquiler. Además, se refuerza como argumento comercial en un contexto donde confort, bienestar y ocio privado son prioridades crecientes. El mensaje es claro: quien busca vivienda en España, también busca piscina.