El alquiler tradicional supera el 50 % del salario en la mayoría de capitales españolas
                
                
    
            
            
            El acceso a la vivienda mediante el alquiler tradicional se ha convertido en una carga económica insostenible para una amplia mayoría de ciudadanos en España. Según un reciente estudio de pisos.com, el coste medio del alquiler de una vivienda de 90 metros cuadrados exige destinar el 52,61 % del salario bruto, muy por encima del umbral del 30 % que los expertos consideran financieramente saludable. La situación es especialmente grave en ciudades como Barcelona y Madrid, donde el esfuerzo salarial supera el 100 %, dejando claro que el sueldo medio no basta para afrontar un alquiler completo sin comprometer seriamente la economía personal.
Este desajuste entre los ingresos y los precios del mercado inmobiliario ha impulsado el auge del alquiler de habitaciones, una alternativa que representa una fracción mucho menor del salario: el 18,46 % a nivel nacional. Esta modalidad, más adaptada a la realidad económica de jóvenes y asalariados con sueldos bajos, se consolida como la opción más viable para gran parte de la población urbana.
Las causas del desequilibrio son estructurales: los precios del alquiler han crecido más deprisa que los salarios, y el mercado laboral no ofrece a los nuevos trabajadores ingresos suficientes para afrontar los costes de vida en muchas capitales. Solo tres capitales de provincia mantienen el alquiler dentro del margen recomendado del 30 %, mientras que otras once ya requieren más del 50 % del salario para cubrirlo.
Ante este panorama, el alquiler compartido emerge no solo como una solución temporal, sino como un cambio estructural en el modelo de vivienda en España. Aunque no es la opción ideal para todos, se perfila como una respuesta inevitable ante un mercado cada vez más inaccesible para quienes no cuentan con ingresos elevados.
        

