Vivienda en España entre récords y desigualdad generacional

El mercado inmobiliario español atraviesa un momento de contrastes. Por un lado, vive un auge sin precedentes: las compraventas e hipotecas han alcanzado cifras que no se veían desde antes de la crisis de 2007, impulsadas por la bajada de los tipos de interés, la confianza en la economía y la percepción de que los precios seguirán subiendo. Este dinamismo confirma la fortaleza de la vivienda como activo seguro y atractivo para la inversión.
Pero tras estas cifras récord se esconde una realidad más compleja. Los jóvenes empiezan a ganar protagonismo como compradores, apostando por la vivienda en propiedad frente al alquiler. La digitalización de los procesos y las nuevas condiciones de financiación han abierto oportunidades para este colectivo, aunque persisten grandes obstáculos: salarios ajustados, ahorro inicial elevado y una oferta cada vez más limitada en las grandes ciudades.
Al mismo tiempo, la brecha generacional se hace más visible. Mientras los mayores consolidan patrimonios adquiridos en condiciones más accesibles, las nuevas generaciones deben afrontar un esfuerzo financiero mucho mayor. El reto del mercado no solo es sostener su crecimiento, sino garantizar que la vivienda deje de ser un privilegio y se convierta en una opción real para todos.